viernes, 25 de enero de 2013

La cultura durante el Franquismo


La cultura durante el franquismo

La cultura vigilada

La falta de conciencia política y la frustración cultural en que el franquismo mantuvo a los españoles ayudó mucho a la longevidad del régimen . Los fieles burócratas mantienen un férreo control de la palabra y la imagen y las generaciones más jóvenes reciben una educación fundada en la mística del tradicionalismo y en el servicio patriótico a España. La prensa, la radio y después la televisión resaltan insistentemente los méritos de un régimen que al término de una guerra civil había proporcionado al país la paz y una relativa prosperidad. Franco no gozó de popularidad, pero de la aceptación de una mayoría de españoles porque no veían otra solución para su país y temían por encima de todo, otra guerra civil.

Con el final de la guerra, España perdió para siempre científicos, juristas, historiadores, poetas y pintores que encontraron en muchos casos, reconocimiento y acogida en países de Hispanoamérica.  Se ha dicho que cerca del 90 % de los intelectuales abandonó el país en 1939, dejando sin maestros a los españoles. Casi al completo, la espléndida generación del 27, con Pedro Salinas, Rafael alberti y Jorge Guillén al frente salió de España. También por ejemplo Picasso. Fue un “Tiempo de murmullos, de ceniza, pero no del todo mudos, ni tampoco culturalmente estériles”, porque entre los que se quedaron los hubo también empeñados en reconstruir los puentes con la España del éxodo y en cultivar la vegetación de la Edad de Plata en el interior de lo que exageradamente se ha llamado el páramo español. No se debe pensar que a causa del exilio,  España fue un desierto cultural. Algún rescoldo de la tradición liberal consiguió mantenerse vivo en la medida que lo permitieron la evolución de las circunstancias exteriores y el abandono del modelo fascista.  Intelectuales de primera fila y de significación liberal continuaron su obra en España y con el paso del tiempo se amplió la tolerancia con respecto a manifestaciones de esta vieja raíz como por ejemplo el Instituto de Humanidades, inspirado por Ortega y su discúpulo Julián Marías.

Fuente:
El franquismo 1939-1975 Fernando García Cotrázar

No hay comentarios:

Publicar un comentario